Esta Casona fue construida en el año 1905, y funcionó como dispensario del pueblo hasta mediados de la década del '50, donde fue comprada por unos lugareños.
A través de estos diez años, La Casona, se convirtió en un clásico de la juventud durante el verano.
Pasajeros que nos visitan cada año para volver a vivir los mejores fines de semana de carnaval.
Buena onda, diversión, en un entorno pensado para disfrutar en la naturaleza de una estadía inolvidable.